Palabras del Obispo a las hermandades y cofradías
El Obispo de Guadix, Mons. Francisco Jesús Orozco, convocaba el pasado domingo 24 de marzo a las hermandades y cofradías de la Diócesis de Guadix a un primer encuentro de su episcopado en la iglesia de San Torcuato del Hospital Real en Guadix. Una jornada que sirvió para tener una toma de contacto con los responsables de las hermandades penitenciales, de gloria, patronales y sacramentales donde el prelado expuso las líneas de actuación que como Obispo quiere llevar a cabo en esta parcela de la evangelización.
Así pues, de sus palabras se desprendieron ilusión, optimismo, ganas de trabajar y sobre trasladó la idea de que las hermandades y cofradías, son necesarias dentro de la Iglesia pues sus miembros tienen la gran tarea y responsabilidad de testimoniar públicamente la fe en Jesucristo y al mismo tiempo la de evangelizar en la sociedad.
D. Francisco Jesús comenzaba su intervención destacando la importancia de tener este tipo de encuentros para mostrar así la unión y la comunión de las hermandades y sus juntas de gobierno que están al servicio de la Diócesis de Guadix exponiendo de manera clara, directa y precisa las siguientes reflexiones:
- "Las cofradías y las hermandades sois la Iglesia... no estáis en la Iglesia ni estáis de prestado en las parroquias ni en los lugares donde están vuestras sedes canónicas... pues sois la Iglesia y a través de vuestro testimonio público de fe tenéis que llevar el Evangelio de Jesucristo por medio de todas vuestras actividades, incluidas las estaciones de penitencia y procesiones".
- "Lo que vosotros hacéis, lo hace toda la Iglesia, de ahí que tengáis la responsabilidad de no vivir desde el gusto propio, de lo que me apetece o de lo que me gustaría... sino desde lo que quiere la Iglesia para las hermandades y cofradías"
- "La identidad eclesial debe ser fundamental, vivir en comunión con la Diócesis y con la parroquia... no sois asociaciones culturales, ni organismos de ninguna institución, ni un hecho social y cultural, o una peña de amigos... sois la Iglesia. Por eso, y a modo de ejemplo los carteles de las cofradías se deben de presentar en las parroquias, ermitas... pues somos la Iglesia".
- "Esta identidad eclesial se construye con la formación, la fe y la caridad para así vivir con verdadero espíritu cristiano dentro de las hermandades y cofradías"
- "Tenéis la enorme responsabilidad de hacer creíble aquello de vivís en vuestras hermandades y cofradías, de ahí que haya que tomarse en seria la vida cristiana. Por eso es tan importante asistir a Misa los domingo, acercarse al sacramento de la confesión, asistir a una charla de formación... en definitiva vivir unidos a Jesucristo para poder trasmitir de verdad aquello que predicamos".
Terminaba su intervención destacando la importancia de la juventud dentro de la Iglesia, de ahí que en los próximos meses el Obispo va a convocar a los vocales de juventud de todas las cofradías de la Diócesis. También destacó la importancia de las vocaciones para que desde las hermandades surjan vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa activa y contemplativa. Y por último, acentuó la importancia de la familia y vida dentro de las Cofradías y por tal motivo ha propuesto que un matrimonio se haga cargo de una nueva vocalía de familia para cada hermandad.
1 Comentarios:
Muy bonitas palabras las de Monseñor, pero nos van a volver locos. Antes nos decía el Directorio que la Iglesia era sólo para el culto y no sé debían hacer otros actos (aunque nos lo hayamos saltado a la torera), y ahora nos dice lo contrario.
Me gusta mucho la idea de la vocalia de la familia, pero ¿quien decide cuál o tal familia será la más idónea para ser representante de familia ejemplar? Porque ya se sabe que en todas las casas se cuecen habas y en la mía, calderas. Lo que para ti es ejemplar para mí es obscenidad, como dice el sabio refranero popular, eso de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio.
Bueno, el caso es que nuestro actual obispo parece tener las ideas bastante claras, a ver si lo dejan trabajar y pone a más de uno en su lugar, y metámonos todos en el saco de la hipocresía