
Después tomaba la palabra Piedad Moya agradeciendo a todas las personas que han hecho posible que esa noche esté pregonando a sus sagrados titulares con mención especial a sus dos hijos y a su esposo, familia, amigos y juntas de gobierno.
La pregonara ha realizado un recorrido por las dos estaciones de penitencia de la Cofradía, la del Domingo de Ramos y la del Jueves Santo, con sus imágenes sagradas: Ntro. Padre Jesús de la Paz, Ntra. Sra. de la Esperanza, Stmo. Cristo del Amor y San Juan Evangelista.
Sin duda sus palabras han expresado todo el amor que profesa hacia estos titulares y el cariño que tiene desde hace 28 años a esta hermandad sanjuanera. Por tal motivo su pregón ha estado plagado de anécdotas, nombres concretos, situaciones vividas "desde dentro" y todo aderezado con un lenguaje sencillo, poético y al mismo tiempo profundo.
El acto terminaba con la entrega por parte de la Hermana Mayor, Verónica Cruz, de un ramo de flores y un cuadro con la imagen de la Virgen de la Piedad entregado por su propio hijo, Iván Barragán.
1 Comentarios:
un pregón maravilloso