Cáritas le escribe una emotiva carta de agradecimiento
A hombros de sus nietos, el féretro de Carmelo Ballesta era llevado hasta el altar mayor de la parroquia del Sagrario de Baza donde se ha oficiado en la tarde de hoy la Misa de Exequias por el eterno descanso de un bastetano muy conocido y al mismo tiempo muy querido en la ciudad de Baza. Por tal motivo, la Iglesia de la Mayor se ha llenado de familiares y amigos que han querido despedir a un buen hombre, caracterizado por su sencillez, humildad, discreción y siempre con una sonrisa.
De igual modo, durante toda la mañana, decenas de personas han ido hasta el tanatorio para manifestar su pésame a la familia, inclusive el Alcalde y Senadora de la ciudad. Todos han alabado su capacidad de trabajo, cómo desde "la nada" levantó una empresa que pronto se convirtió en un referente en la comarca y el comentario de todos es que Baza, despedía a un "buen hombre".
Carmelo ante todo era cristiano. Cristiano convencido de su fe, que recibió los Santos Óleos con mucha paz, con serenidad afrontó su final y en su lecho de muerte se encontró en sus manos un escapulario de la Virgen del Carmen poniendo de manifiesto su devoción a la Virgen María.
Y es precisamente en la Iglesia de la Mayor, donde todos los días asistía a Misa con su mujer, la que hoy llora su muerte. Siempre ha colaborado con todos los sacerdotes que han pasado por allí. Y era habitual ver a Carmelo montando el Monumento del Jueves Santo o preparando con espero y cariño la festividad del Corpus Christi.
En Cáritas también se le va a echar de menos. Ha desarrollado su voluntariado de diversas formas, unas veces visibles y otras discretas que solo Dios y las personas que se han beneficiado de su generosidad lo sabrán.
Por tanto, estamos ante un buen hombre que a buen seguro goza de la presencia de Dios bajo el manto la protección de su querida Virgen de la Piedad. D.E.P.
Carta de Cáritas
"HASTA SIEMPRE CARMELO"
Querido Carmelo, teníamos ganas de escribirte una carta. Se que hoy no es tu cumpleaños, ni tu santo, ni siquiera es el día de Tu querida Virgen de la Piedad, simplemente es el día que nos dejas. Es el día en el que los que te hemos conocido damos gracias a Dios por haber sido amigos tuyos, por habernos dejado participar de tu sabiduría, generosidad y de tu humildad. Ésta carta es para agradecerte que de alguna manera nos hayas ayudado a que nuestra vida haya sido más feliz, y hace que nos sintamos mejor con nosotros mismos al escribirla ya que estamos pensando y escribiendo palabras bonitas llenas de felicidad pensando en los recuerdos que hemos vivido contigo.
Pues nada, solo queríamos informarte un poco de cómo nos vamos a apañar aquí sin ti. Va a ser difícil ya que tu huella generosa y humana ha sido muy grande, pero tu ejemplo también, así que nos toca utilizarlo ahora a los que quedamos, como guía para seguir siendo felices y sobretodo para hacer felices a los demás que es lo que a ti te gustaba. Nosotros seguiremos luchando como mejor podamos el día a día pero siempre con una sonrisa en la cara, como tú lo hacías. Me acuerdo una vez que nos dijiste que aunque lo estuviésemos pasando mal, siempre habría alguien que lo estaba pasando peor, por lo que nos aconsejabas que siempre tuviésemos una sonrisa y que lo mejor estaba por llegar. Bueno, pues estate tranquilo, la sonrisa no la perderemos, cuando estemos en algún momento difícil, pensaremos en ti, y en tus consejos, esa sonrisa saldrá sola del corazón de hecho no olvidaremos ponérnosla ningún día.
Nos has dejado una buena herencia, tu fortaleza. No te voy a decir que esto es un camino de rosas porque sería una absurdez, es un camino de espinas muy dolorosas, las rosas se las llevó el viento, pero sí te diremos que con la fortaleza de tu recuerdo no solo luz veremos, también rosas al final del largo túnel y eso es lo que nos alivia.
Todos, creo, que tenemos que aprender a vivir con tu presencia espiritual. Tenemos que aprender a sentirte de una manera diferente. Eso, tristemente, llevará su tiempo; ojalá ya hubiésemos encontrado el camino a sentirte más cerca. Hace poco oí a alguien decir que las personas que han perdido algún ser querido aprenden a vivir sin él físicamente porque consiguen crear una conexión espiritual entre ambos, imposible de explicar e incrédula para muchos pero real como la vida misma. Nosotros también estamos de acuerdo, esa conexión queda para siempre. Todos necesitamos de tu ejemplo en nuestro día a día, y esa fortaleza nos hará ser mejores personas.
Pues nada que no te preocupes que vamos a ir tirando. Sé que esta carta te habrá hecho feliz, igual que nos ha llenado de paz a nosotros escribirla. Bueno te tenemos que dejar, ya sabes, nuestro trabajo, nuestra familia, todo hay que atenderlo con tiempo y dedicación, como tu nos decías y nos enseñaste. Saluda a los nuestros por allí arriba diles que les queremos mucho, dales muchos besos y reza por nosotros.
Cuídate. Te echaremos de menos. Hasta siempre Carmelo.
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