Los Hermanos Fossores viven desde hace 50 años en el cementerio municipal San José de Guadix. Comienzan su actividad cada día a las seis y media de la mañana. Desde primera hora, limpian el cementerio, ayudan en los entierros, consuelan a los familiares de los difuntos, cuidan las sepulturas y, sobre todo, rezan tanto por los vivos como por el alma de los fieles difuntos.
En la actualidad, sólo hay hermanos Fossores en los cementerios de Guadix y Logroño. Son muy pocos hermanos: en Guadix hay tres hermanos y en Logroño cuatro. En los mejores momentos de la fundación hubo más de 40 religiosos, repartidos también por los cementerios de Pamplona, Huelva y Jerez de la Frontera.
En la actualidad tan solo se encuentran en Guadix, lugar donde se fundó la primera casa y en Logroño. Llegaron a estar presentes en Jerez de la Frontera, Mallorca, Huelva, Vitoria y Pamplona pero la escasez de vocaciones y su peculiar modo de vida han provocado que cierren estas casas.
Homenaje al fundador de los Fossores. Foto: I.M. |
Fueron fundados por Fray José María de Jesús Crucificado, en compañía de Fray Bernardo de la Cruz (que más tarde dejaría este instituto para vivir como eremita en un lugar del Levante español). La idea inicial de esta fundación surgió en el llamado 'Desierto de Nuestra Señora de Belén' de la Sierra cordobesa, donde residían, como miembros de la Congregación de Ermitaños de San Pablo y San Antonio, los citados hermanos.
Hasta allí llegó providencialmente, en la primavera de 1952, un sacerdote de la diócesis de Guadix, Manuel Gallardo Capel, cura párroco de Cúllar, al que Fray José María (entonces llamado Fray Hilarión de la Sagrada Familia) le comunicó su proyecto, inspirado en el Libro de Tobías (1, 16-18), de una nueva "congregación" dedicada a poner en práctica, de forma institucional y comunitaria, las dos últimas Obras de Misericordia, con su doble vertiente: enterrar a los muertos y rezar por los vivos y difuntos.
El sacerdote, a su regreso, comunicó al Obispo tal propósito, que fue acogido calurosamente por Monseñor Álvarez Lara, y, tras laboriosas gestiones entre éste y el entonces Obispo de Córdoba, Fray Albino González Menéndez-Reigada, se concedió la autorización correspondiente para que los dos citados ermitaños se trasladaran a Guadix e iniciaran su tarea fundacional.
Con la aprobación del Ayuntamiento de Guadix se realizaron las obras de acondicionamiento de una vieja casilla, situada junto al cementerio, y en ella, de forma muy modesta, se instaló la primera Comunidad, que comenzó a actuar en la fecha ya consignada, bajo el Patrocinio de Nuestra Señora de Lourdes.
Fray José María de Jesús Crucificado, fundador de la orden Hermanos Fossores falleció el 2 de enero de 2011 a los 91 años de edad.
Fuente: www.laopiniondegranada.es
REPORTAJE DEL DIARIO EL MUNDO SOBRE LOS FOSSORES
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