En esta Navidad de 2018, como en años anteriores, la parroquia de San Miguel ha felicitado las pascuas a los mayores y enfermos de la feligresía. Durante tres días, por la tarde, han recorrido los distintos barrios cantando villancicos y repartiendo caramelos, anunciando así que Dios ha nacido. Este año ha habido algo muy especial: pues ha acompañado la vista a estos hogares el Divino Niño de la imagen de la Santísima Virgen del Rosario, conocido como el Dulce Nombre de Jesús.
La presencia del Divino Infante ha arrancado muchas lágrimas y emociones, muchas personas no lo habían visto nunca de cerca. También, para la parroquia ha sido una alegría que lo pudieran tener en sus brazos y besarlo.
"Pedimos a la Bendita Madre del Rosario, que Su Niño Dios derrame abundantes gracias en todas las personas que lo han acogido con tanta emoción en sus hogares y damos las gracias a los feligreses que, con mucho entusiasmo, lo han hecho posible, de modo especial al coro parroquial dirigido por Elisa y María Amezcua, a la Hermandad Sacramental de San Miguel, a los monaguillos y niños de catequesis, a las catequistas y a todos los que habéis participado haciendo que aquellos que no pueden venir a la iglesia, sientan que la parroquia no los olvida, que reza por ellos, y con ellos quiere vivir la esperanza de la Navidad, la esperanza de Dios hecho hombre para ser consuelo y salvación".
Laura Serrano
Parroquia de San Miguel
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