En Baza existen dos pequeñas imágenes de este San Pío X, en la Iglesia de la Merced (izquierda) y en la Iglesia Mayor (derecha).
Tal vez pase desapercibido, pero la Iglesia recuerda su memoria como el Papa que introdujo grandes reformas en la liturgia como la práctica frecuenta a la comunión y fomentó el acceso de los niños a la Eucaristía.
Fue un hombre bueno, humilde, generoso con los más necesitados y muy devoto de la Eucaristía.
Fue un hombre bueno, humilde, generoso con los más necesitados y muy devoto de la Eucaristía.
Fue sucesivamente sacerdote con cargo parroquial, obispo de Mantua y después patriarca de Venecia. Al final lo eligieron Sumo Pontífice y adoptó una forma de gobierno con la que quería instaurar todas las cosas en Cristo.
Para acometer dicho propósito realizó sus tareas con sencillez de ánimo, pobreza y fortaleza. Entre ellas, promovió entre los fieles la vida cristiana por la participación en la Eucaristía, la dignidad de la Sagrada Liturgia y la integridad de la Doctrina.
Siempre consagró sus preocupaciones y actividades a los débiles y los oprimidos. Con inusitada energía, denunció los malos tratos a que eran sometidos los indígenas en las plantaciones de caucho del Perú. Creó y organizó una comisión de ayuda a los damnificados, tras el desastroso terremoto de Messina y, por cuenta propia, acogió a numerosos refugiados en el hospicio de Santa Marta, junto a San Pedro.
Sus caridades, en todas las partes del mundo donde se necesitaban socorros, eran tan abundantes y frecuentes, que las gentes de Roma y de toda Italia se preguntaban de dónde saldría tanto dinero.
La sencillez de sus hábitos personales y la santidad de su carácter se ponían de manifiesto en su costumbre de visitar cada domingo, alguno de los patios, rinconadas o plazuelas del Vaticano, para predicar, explicar y comentar el Evangelio de aquel día, a todo el que acudiera a escucharle. Era evidente que Pío X se sentía desconcertado y tal vez un poco escandalizado, ante la pompa y la magnificencia del ceremonial en la corte pontificia. Cuando era patriarca de Venecia, prescindió de una buena parte de la servidumbre y no toleró que nadie, fuera de sus hermanas, le preparase la comida. http://www.corazones.org/ http://www.buigle.net/
2 Comentarios:
un modelo a seguir para nuestra vida espiritual y nuestra vida terrenal. Saludos
san pio es un santo digno de devocion, pues sus grandes contribuciones a la religion hacen de el un grande. buen aporte