Dos de los nuevos beatos con los que va a contar la diócesis de Guadix, a partir del 25 de marzo, son de la localidad de Caniles. En concreto, uno es de Caniles, el beato Antonio Torres, y el otro es del anejo de Rejano, el beato Gregorio Morales. Además, el beato Juan Garrido fue coadjutor en esa parroquia. Así, de trece nuevos beatos, tres están relacionados con la parroquia de Caniles, lo que la hace uno de los lugares que más tienen que celebrar el próximo 25 de marzo.
Desde Caniles y Rejano, son muchos los que se van a desplazar hasta Almería para asistir a la beatificación, que tendrá lugar en el palacio de Congresos de Aguadulce, el 25 de marzo, a las 11 de la mañana.
Reproducimos aquí las biografías que se ofrecen, desde la diócesis de Almería, de los beatos vinculados con Caniles.
Siervo de Dios Antonio Torres García (Caniles, 24 de abril de 1890 – Serón, 31 de agosto de 1936)
En la Parroquia de santa María y san Pedro de su villa natal se celebró su Bautismo a los tres días de su nacimiento. Brillante seminarista de san Torcuato de Guadix, fue enviado al Colegio Español de Roma para completar estudios. Allí se doctoró en Filosofía y Teología por la Universidad Gregoriana.
El venerable siervo de Dios Cardenal Merry del Val lo ordenó presbítero el catorce de marzo de 1915, celebrando su primera Misa en la inmediata solemnidad de san José. Vuelto a España, no cesó de impartir clases a los seminaristas accitanos. Ecónomo primero de su Parroquia natal, lo fue después de santa Ana de Guadix y, desde el treinta de septiembre de 1926, Párroco de Santiago de la misma ciudad. Además, fue director de la Alianza en Jesús por María.
Obligado a retornar a Caniles al comienzo de la Persecución Religiosa, fue multado y detenido en numerosas ocasiones para privarle de la totalidad de sus bienes. El treinta de agosto de 1936 se produjo la detención definitiva. Junto a seis presos, fue llevado en una camioneta hasta el Polvorín de Serón. Al registrarlo los milicianos, encontraron su Rosario y esgrimiendo la Cruz le preguntaron: « Y esto, ¿qué es? ». Respondió: « La imagen de Cristo, en él confío y espero. ». Fue martirizado a sus cuarenta y seis años.
El venerable siervo de Dios don Antonio Amundarain, fundador de la Alianza en Jesús por María, escribió: « El ilustre y piadosísimo Párroco de Santiago, don Antonio Torres, fue martirizado cruelmente en Caniles en defensa de su celibato y castidad sacerdotal, virtud que sus verdugos trataron de arrebatarle y que le mereció la gloria de ser mártir de la pureza. »
Más datos sobre la biografía del Beato Antonio Torres García, aquí
Siervo de Dios Gregorio Morales Membrives (Rejano, 10 de abril de 1883 – Tabernas, 31 de agosto de 1936)
Nacido en esta aldea del municipio granadino de Caniles, fue bautizado en su Iglesia Parroquial de san Antonio de Padua al día siguiente de su nacimiento. En 1901 marchó al Seminario de Almería por su vocación presbiteral. Como recordaba su sobrino don Gregorio: «Pertenecía a una familia humilde, sus estudios en el Seminario los pudo hacer sirviendo de fámulo. En vacaciones trabajaba en una fábrica de mosaicos para ayudarse en sus estudios. »
Ordenado presbítero el diecisiete de mayo de 1913 en la capilla de san Indalecio de la Catedral almeriense, su primer destino pastoral fue la capellanía del Convento de las Claras. Entre 1913 y 1915 fue Coadjutor de la Parroquia de Gérgal. Ese mismo año regresó a Almería, como Capellán de la iglesia de la Sagrada Familia. Se ocupó de las capellanías de las Damas Catequistas, de las Hijas de la Caridad, de las Religiosas de María Inmaculada y de Araoz.
En 1919 fue nombrado Sacristán Mayor de la Catedral de la Encarnación, dedicando desde entonces su vida al templo catedralicio. Don Manuel Román González consigna que: «Se ocupaba con gran celo y competencia de la formación de los niños y jóvenes cantores del Colegio de Seises de la Catedral, de donde incluso salían vocaciones para el Seminario. »
Al estallar la Persecución Religiosa buscó refugio en la vega almeriense junto a su sobrino, el siervo de Dios don Pedro Almécija Morales. Allí fueron detenidos el veintitrés de julio de 1936 y, también juntos, padecieron martirio. Cincuenta y tres años de edad contaba al momento de recibir la corona del martirio.
Más datos sobre la biografía del Beato Gregorio Morales Membrives, aquí
Siervo de Dios Juan Garrido Requena (Alcóntar, 3 de mayo de 1864 – Enix, 30 de agosto de 1936)
Tras su nacimiento en Alcóntar, recibió el Santo Bautismo dos días después en la Iglesia Parroquial de santa María de Serón. Estudió en el Seminario de Guadix, diócesis a la que entonces pertenecía su tierra natal, y fue ordenado presbítero el diecinueve de septiembre de 1896. Fue nombrado coadjutor de Caniles el uno de febrero de 1897.
El beato don Manuel Medina Olmos lo recomendó al célebre pedagogo don Andrés Manjón para que fuera capellán del primer colegio del Ave María en Granada. Llegado el treinta de julio de 1900, a las escuelas del Ave María dedicaría los casi cuarenta años restantes de su ministerio. Un entrañable cariño y mutuo afecto estableció con el padre Manjón, así como con los beatos Manuel Medina Olmos y Diego Ventaja Milán.
Un alumno suyo recordaba que: «Era el que llevaba prácticamente el Colegio del Ave María del Sacromonte en Granada, aunque el padre Manjón era el director. Era una persona excelente, un llamado de Dios; daba buen ejemplo en el colegio; tenía un carácter abierto y alegre; era muy activo. Era un hombre piadoso, hacía apostolado entre los maestros y los alumnos, gozaba de fama de buena persona y era querido y estimado por niños y maestros.»
El dieciséis de julio de 1936 llegó a Almería, invitado por su buen amigo el beato don Diego Ventaja. Al sorprenderles la Persecución Religiosa, acompañó hasta el mismo martirio a sus íntimos amigos los beatos Obispos de Almería y Guadix. Tenía sesenta y dos años de edad, gastados casi todos en la educación cristiana de la infancia.
Más datos sobre la biografía del Beato Juan Garrido Requena, aquí
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