
Como manda el rito de exequias, sobre el féretro fueron depositados los signos de su dignidad eclesiástica: la casulla, el báculo y la mitra de arzobispo.Un buen grupo de sacerdotes, autoridades civiles y militares, familiares y vecinos de Enix quisieron estar presentes en la celebración.
En su homilía D. Adolfo resaltó que D. Justo “mantuvo en todo momento su identidad de hijo de familia almeriense, y el orgullo de haber salido del clero de la Iglesia de Almería”. Y añadió “Hoy regresa a su ciudad amada de Almería para recibir sepultura en la iglesia Catedral de la Encarnación, donde ha querido que fueran inhumados sus restos mortales, suplicándolo así personalmente y en su testamento al Obispo diocesano”.
Resaltando su servicio a la Iglesia “ayudó cuanto pudo a fortalecer la presencia pública de la Iglesia al servicio de la sociedad, para lograr, siempre y en todo momento, aquella paz social que hace posible la evangelización mediante la predicación del Evangelio, porque sólo la predicación del Evangelio puede transformar la vida de las personas y de la sociedad”
Al finalizar la celebración se leyó el mensaje del Secretario de Estado, Pietro Parolín, en nombre del Santo Padre, expresando sus condolencias. Sus restos fueron enterrados en el Trascoro de la Catedral, a los pies de la Inmaculada Concepción de quien era tan devoto.
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1 Comentarios:
Era un obispo muy noble, sabio y santo, que el Señor a quien tanto amo lo tenga en su gloria