Belerda es un pequeño anejo de Guadix enclavado en uno de los barrancos que el agua excavó y el viendo modeló entre Sierra Harana y el valle del río Fardes. Es un pueblo de aspecto realmente pintoresco: una aldea de cuevas y casas-cueva excavadas en escarpadas paredes de conglomerados arcillosos.
Un pueblo casi vertical en la margen izquierda de un desfiladero que nace cerca del altiplano de Darro y desemboca en la vega del Fardes entre Benalúa de Guadix y Fonelas.
Sin embargo, lo agreste de su paisaje no concuerda con el carácter afable y acogedor de sus gentes. No es fácil disfrutar de un pueblo entero reunido cordialmente en un mismo evento festivo: un pueblo entero reunido y compartiendo Misa y mesa en una misma fiesta.
Los aproximadamente setenta habitantes de la aldea, más los allegados venidos de otros lugares, son capaces de reunirse como una sola familia en ocasiones como la de ayer en torno a sus patronos la Virgen de los Dolores y San Francisco de Asís. Y de acoger como uno más a este párroco desconocido y recién llegado que aún no lleva dos meses con ellos.
En la fiesta de ayer, el párroco Pablo Rodríguez ha querido leerles unas palabras que el Obispo de Guadix tuvo a bien escribir en el decreto de la visita pastoral que realizó a Belerda el 21 de enero de 2012, poco tiempo después de que la iglesia parroquial fuese reconstruida después de haber quedado en ruinas por un desprendimiento:
"Felicito al Sr. Cura [a la sazón D. Salvador Cifuentes Hortal] por la
labor que está realizando en Belerda. Y lo hago, de modo particular por
el tesón en la reconstrucción del templo; felicitación que hao extensiva
a todo el pueblo que ha hecho posible esta obra. En la parroquia se
respira un verdadero ambiente de fraternidad, apreciándose la gran
unidad que hay entre pueblo y parroquia, que son prácticamente una misma
cosa. Le animo a seguir trabajando en hacer de esta parroquia una
verdadera comunidad cristiana" (Acta de la Visita Pastoral, dado en
Guadix a 21 de Enero de 2012).
"Hoy, cuatro años después, encomendamos esta intención a Dios por medio de San Francisco y la Stma. Virgen de los Dolores: que Belerda siga siendo un pueblo de hermanos unidos y una verdadera comunidad cristiana".
Pablo Rodríguez Cantos,
administrador parroquial de Belerda
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