Fortunato Arias Sánchez (Almaciles, Granada, 11 de junio de 1891 - Hellín, Albacete, 12 de septiembre de 1936) fue un sacerdote católico asesinado por milicianos republicanos durante la Guerra Civil. Fue beatificado el 28 de octubre de 2007 por el Papa Benedicto XVI.
Tras cursar estudios eclesiásticos en Murcia se ordenó sacerdote en 1918. Fue cura párroco de El Palmar (Murcia) y posteriormente ecónomo de la iglesia de la Asunción de Hellín y arcipreste.
El inicio de la Guerra Civil le sorprendió en Hellín, que quedó en zona republicana. Fue encarcelado en agosto de 1936 en el marco de la persecución contra la Iglesia Católica que se desató en la retaguardia republicana. El 12 de septiembre fue sacado de la prisión y fusilados por milicianos en el lugar conocido como «Cañada de los Pozos» en las afueras de Hellín.
En una carta de despedida escrita pocos días antes de su muerte a su hermano afirmaba: “No recuerdo haber dado ocasión a que se me persiga y me satisface pensar que la causa única de todo es mi carácter sacerdotal. Morir así es un verdadero y glorioso martirio, ¿qué mejor muerte podía yo imaginar”, sus palabras expresan el profundo amor que profesó a Cristo y a su Iglesia en el ejercicio de su ministerio sacerdotal.
Su onomástica es el 6 de noviembre coincidiendo con la conmemoración de los mártires del siglo XX. La parroquia de San Antón de Almaciles concerva una vértebra a modo de reliquia y en 2010 fue declarado hijo predilecto de la Puebla de don Fadrique.
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